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jueves, 29 de marzo de 2012

Reflexión Bloque 1


Con este primer bloque, hemos entrado mucho más en contacto con la decisión que tomamos hace casi dos años. La profesión que hemos elegido para desempeñar en el futuro. Gracias a este bloque hemos aprendido cómo seleccionar o elegir un libro adecuado para una edad determinada. Ahora tenemos en cuenta, y ya no deberíamos olvidar, las características y rasgos importantes a tener en cuenta a la hora de elegir un libro y que antes no nos fijábamos como, por ejemplo, el formato del libro o los personajes. Me alegra haber tratado este tema en la asignatura porque en realidad todo el mundo habla o ha visto alguna vez la palabra literatura infantil o juvenil en un libro o una librería pero nunca se había parado a ver qué significa en realidad (o por lo menos yo no me había parado.) 

También me ha resultado llamativa la historia de la literatura infantil, porque a penas sabía cosas sobre ella y he aprendido bastante sobre sus orígenes y autores más destacados como Laura Gallego o Gloria Fuertes así como algunos libros que quiero incluir en mi biblioteca personal.

Relacionando esta asignatura con otra que tenemos, he llegado a la conclusión que en la asamblea o en la hora del cuento, se puede lograr que los niños construyan un conocimiento gracias a sus conocimientos previos más los que puedan adquirir con ayuda de las preguntas que se hacen en la asamblea o las que puedan salir al acabar de leer un cuento.

Por último, espero poder transmitir a los alumnos la grata experiencia y el placer que se siente sumergiéndose en el mundo que un libro crea, porque es tarea del maestro llegar a transmitirles a los alumnos esa pasión y la lectura como una obligación.

La realidad les entra por los ojos


Como todas las mañanas, de camino a la universidad, me puse a leer los periódicos gratuitos que reparten en las zonas donde hay transporte público y me sorprendió una noticia con el titular “Escribir sin que la edad del lector condicione”. Rápidamente lo relacioné con el tema que hemos visto en clase.

Las conclusiones que saco del artículo es que los niños y jóvenes están saturados de hadas, magos, dragones y mazmorras (no sé de dónde sacan los datos ya que precisamente, los temas preferidos de los niños, no sólo son esos y creo que juzgan erróneamente.) Me hace gracia la frase “no es el fin de Nunca Jamás, pero sí parece el principio de su decadencia”. Puede ser cierto, que como se dice en el artículo, los niños pidan más realidad en los libros, pero en mi opinión, creo que der ser, se refiere a los jóvenes lectores puesto que los lectores infantiles, quieren libros que se adecúen a sus gustos y edad madurativa pero siempre con cierta fantasía que en el fondo es lo que les permite poder auto identificarse con los libros.

Según Victoria Fernández, especialista y crítica de literatura infantil y juvenil, los niños no son ajenos a los problemas sociales. “La inmigración, la guerra, la muerte y la enfermedad, la desestructuración familiar o la revolución digital se cuelan en el día de todos y merecen actualmente una atención preferente.” Por eso, me he permitido el lujo de buscar un ejemplo de cada uno, para cerciorarnos de que éstos temas, estaban ya tratados y no son nuevos. Para acercar el mundo de la inmigración a los más pequeños, he encontrado este libro: “Wamba y el viaje de la miel”, una niña que no tiene nada que llevarse a la boca y emprender un viaje para solucionarlo. Otro libro para tratar el tema de la guerra puede ser el de “Mambrú se fue a la guerra” del que también hay una canción popular infantil francesa que se ha conocido mundialmente, pero por si este libro no convence, en el libro “En tiempo de los vikingos” los niños descubrirán cómo era la vida en tiempos de los vikingos: sus aldeas, viajes, armas, tácticas de guerra, dioses, fiestas y costumbres. “La ballena en la bañera” considero que es un buen libro para tratar el tema de la muerte, ya que a todos, alguna vez en su vida, han conocido de alguien que se ha muerto, ya sea el abuelo o familiar de un amigo (o el propio) o una mascota. Por último, en el difícil tema de la separación y el divorcio de los padres, “Vivo en dos casas” les ayudará a entender esta compleja y cada día más habitual situación.

Por último, me surgen dos dudas; ¿el leer realismo porque quieren acercarse a los adultos les ayuda verdaderamente para acercarse e integrarse entre ellos? Según dice Gabriel Brandariz gerente en función de SM, parece ser que sí.

En otra parte del artículo dice Jesús Diez de Palma, ganador del Gran Angular, que “lo importante es la historia; luego, a medida que vas escribiendo, te haces ya una idea de a qué público la vas a dirigir.” Con esta frase no estoy de acuerdo, precisamente la literatura infantil de autor está especializada en ella porque conocen sus gustos e intereses y los autores son capaces de adecuarse a la edad madurativa de los niños por lo que empezar a escribir sabiendo la historia pero sin saber a qué edad va dirigida, creo que no es lo más correcto. ¿Qué opinais?

Bloque 1. Literatura Infantil

El otro día, después de ojear El  fabuloso mundo de las letras de Jordi Sierra i Fabra, me dispuse a empezar todos los quehaceres de antes de dormir. Tras acabarlos, y por fin, conseguir conciliar el sueño tuve una experiencia muy extraña.

Me encontraba en un país en el que cada palabra te hablaba y jugaba contigo, había bebés palabras que acababan de formarse, adultos palabras ya más expertos y abuelitos palabras que tenían muchas historias a sus espaldas. Dando un paseo por aquel mundo, me encontré con “Literatura” y rápidamente recordé que no era la primera vez que lo veía pero que en realidad no sabía muy bien su significado. Me senté alrededor de un fuego, (mucha casualidad que estuviera allí y con unos troncos tumbados formando asientos, pero sí, allí estaban) y la vieja “Literatura” tomó asiento y empezó su discurso. Rápidamente, el resto de palabras se acercaron sigilosamente y se acoplaron como pudieron en los bancos, formando frases que después me resultarían familiares.

La vieja y sabia “Literatura”, muy modesta por su parte, podía presumir de saber utilizar correctamente la palabra, pero la alegre y vivaz “Infantil” se adelantó y la presentó con mucho orgullo como el arte que se crea con las palabras. Su función principal es la estética, es decir, su principal objetivo es ser artístico. Puede hasta clasificarse en tres géneros distintos: la prosa, la lírica y el drama y utiliza la función poética del lenguaje. Ya que había aparecido por allí la pequeña “infantil”, “Literatura” se quiso centrar en ella y nos explicó su pequeña historia y cuando se conocieron sin dejarse atrás a “Prosa”, “Lírica” y “Drama”. Lo primero que hizo fue presentarla, “Infantil” es el período o la etapa que comienza con el nacimiento y que acaba aproximadamente con la pubertad (12 años). Y justo cuando iba a empezar con la historia, apareció “Paraliteratura”. Aprovechando la aparición, explicó que no todos los textos son Literarios como su primo. Él se encuentra al lado de la literatura, comparte aspectos con los textos literarios, pero le falta algo para que lleguen a ser textos literarios. En estos textos, no cabe la posibilidad de la ficción, puesto que todo es real, y sin diálogos. Por último, se incorporó al relato la “No Literatura” un amigo de ambos que hacía mucho que no sabían de él, pero éste no utiliza la función poética ni estética como la literatura y puede ser variado desde una carta o folleto hasta un ensayo. 

Todo empezó a comienzos del siglo XIX; con el romanticismo se dieron cuenta de que a los niños no se les protegía de temas de adultos como podían ser la violencia, las enfermedades, el sexo, etc.  Por tanto, los libros a los que accedían los niños, ya fuera en casa o en la escuela, era libros escritos para adultos, puesto que todavía no se habían escrito libros destinados a ellos. -Porque los niños en esa época no tenían ni voz ni voto ¡eran como un mueble más! Sin ofenderte “mueble”- Dijo la pequeña “infantil” con su tierna sonrisa. 

Por desgracia (continuó “Literatura”) hasta iniciados los años 90, no se preocupaban ni por los gustos ni por los intereses de los niños, solo se centraban en lo que los adultos querían transmitir a sus hijos: los valores que ellos creían necesarios, pero nunca pensando en los más pequeños. Se pensaba que en la Literatura Infantil, el adulto tenía que enseñar al niño cómo debía comportarse para conseguir ser como sus padres. Finalmente se llegó a la conclusión (y “Conclusión” se enorgulleció) de que el niño, para que se identificase con la obra que leía, era necesario que ésta ofreciese experiencias similares a las que el niño vivía diariamente o a las que quisiera vivir. 

Fue justo antes de la guerra, cuando la literatura infantil española vivió un momento de esplendor gracias a Elena Fortún. Les regaló a los niños su fantasía desbordante y con palabras sencillas que podían entender. Todo empezó con la historia de una niña de siete años que cuestionaba a los mayores, ya que era una niña propia de su edad, con sus travesuras, sus gustos...Elena Fortún creó a Celia.  Comprendía como nadie, hasta el momento, la psicología infantil y se ganó la simpatía de los niños, que se podían sentir identificados fácilmente con sus personajes rebeldes y reconocibles en la calle. Conseguía ponerse a la altura de los niños y entrar en sus mentes e ilusiones.



Como bien ha dicho la pequeña “Infantil” me divido en tres grandes grupos. Prosiguió “Literatura”: Prosa, Lírica y Drama. La mayoría de los libros están escritos en prosa –se escuchó un pequeño ruido que hizo “Prosa” para llamar la atención y entonces se hizo el interesante-. Algunos autores españoles importantes de prosa infantil son: Salvador Bartolozzi, “Pinocho y chapete” Elena Fortún, “Celia” Borita Casas, “Antoñita la fantástica” José Mª Sánchez Silva, “Marcelino Pan y Vino”. Extranjeros: Collodi, “Pinocho” Mark Twain, “Tom Sawyer” Juana Spiri, “Heidi”.
 

Todos los libros y autores mencionados son de gran trascendencia en la historia de la literatura infantil, ya que marcan la evolución de un concepto adulto o didáctico a lo que es conocido hoy en día como literatura infantil. 

En cuanto al teatro,-que se intentó agazapar para pasar desapercibido- no existe este género en la literatura infantil (ya que una misma persona es muy difícil que haga varios personajes) pero sí para representar en niños de infantil.

La poesía lírica –que esbozó una gran sonrisa- no existía como tal para niños, ya que no hablaban de los sentimientos de los niños, sino de los padres. En este apartado de la poesía lírica es obligatorio mencionar a Gloria Fuertes, quien se preocupó de escribir para niños pensando en sus gustos,  y dando lugar al absurdo. Ella entretuvo y entretiene a varias generaciones con sus poemas, libros infantiles e incluso en programas míticos de la televisión como "Un globo, Dos globos, Tres Globos".

A pesar de estar contando una historia interesante, la pequeña “Infantil” parecía estar aburrida y sugirió un cambio de aires. -¿Por qué no cuentas nuestras características que son más divertidas? “Literatura” aceptó ya que tenían un invitado especial aquella noche. Algunas palabras dieron un brinco y se pusieron rápidamente en fila una tras otra.

La primera en aparecer  fue “Edición”. –Empezaremos por la parte estética de los cuentos- Dijo “Literatura”. Y rápidamente se podía apreciar la palabra “Formato” saltando a la pata coja. Hay que tener en cuenta el tamaño del cuento para que sea adecuado para el niño y pueda utilizarlo de manera correcta y fácilmente. También el grosor de las páginas (cuánto más gruesas más fácil pasar las páginas), el tipo de encuadernación (por ejemplo, con espiral de plástico), el tipo de letra (tamaño). Además, las imágenes tienen que ser grandes, atractivas y llamativas para los niños. En estas edades lo visual juega un papel muy importante en lo que se refiere a los cuentos. El niño observa las ilustraciones y re-crea el texto que acompaña a esa ilustración. Hay que tener en cuenta que lo que a nosotros nos guste, no tiene porque gustarle a los niños. Hay que darles variedad. Las ilustraciones deben ser simples pero no sencillas, expresivas, que secuencien bien la historia para que ellos la sigan. Los álbum de imágenes son libros en la que la parte plástica es igual de importante que la parte literaria. Nacen a partir de los años 80 y, sobre todo, de los 90 y se crea una literatura para no lectores o primeros lectores de 0 a 5 años. 

Una vez que todas las palabras se sentaron, se levantaron los “Contenidos”. Apareció el “Tema” y “Literatura” empezó a hablar.
El tema debe ser adecuado a la edad de los niños (etapa madurativa), que le interese y les guste. Como Infantil se refiere de 0 a 12 años, pero a nosotros nos interesan de 0 a 6, os pondré algunos ejemplos de gustos en los niños. Y de repente un baile de números y palabras empezó a danzar alrededor del fuego.
De 0-2 años deben tener experiencias auditivas, táctiles y visuales. Que puedan participar con su cuerpo. Temas que le permitan explorar y jugar con los sonidos.
De 2-5 años. Se inician con conceptos de forma, color, tamaño y numero. También se tienen que identificar.
De 5-7 años. Que les permita trabajar sus temores personales, con finales felices y sorprendentes.
Los intereses y temas de los niños son variados, historias rimadas, temas de personas, cosas, y lugares del entorno socio-familiar en el que viven. Temas cotidianos como la casa, la escuela, la familia y temas fantásticos de brujas, dragones y princesas.

Tras acabar el baile, “Personajes” se levantó. Éstos deben ser reconocibles para el niño; el personaje protagonista siempre es igual, no evoluciona. Además el protagonista se debe reflejar con la edad real del niño lector. Los valores de los personajes de los cuentos pueden ser positivos o negativos (valores infelices) y, en este último caso, se pueden corregir para ser felices.

Un oso pardo apareció pero nadie se asustó, era “Protagonista” que siempre andaba haciendo alguna de las suyas y jugando todo el tiempo. Debería reflejar el momento evolutivo de los niños a los que se lo vamos a leer. El niño debe verse identificado en ese protagonista.

La “Estructura” un poco seria y musculosa simplemente se levantó del sitio. Ésta debe ser simple y lineal. Lo normal es que contenga solo una acción. Depende del momento evolutivo o madurativo del niño para que sea más simple o más compleja. Detrás de él aparecieron tres pequeños, que debían ser sus hijos y muy educados los tres, se presentaron:

-Yo soy “Estructura lineal” y tengo introducción, nudo y desenlace como Tú y yo, Osito.
-Yo, “Estructura acumulativa” tengo de un planteamiento, un nudo que repito varias veces (bien en personajes o en los entornos), y después un desenlace como ¿A qué sabe la luna?
-Y yo soy “Estructura circular” mi historia acaba vuelvo a empezar como Un bicho extraño.
 
Cuando se acabaron de presentar, salieron corriendo, se fueron a jugar y se cruzaron con el “Contexto”. Siempre va con sus amigos “Espacio” y “Tiempo” reconocibles a cualquier edad y cercanos al niño.

El “Lenguaje” y el “Estilo” se pasearon como si de una pasarela se tratase. Eran sencillos pero no simples, adecuados a la edad. Las frases deben ser cortas. Si hay diálogo debe ser como hablan los niños de esa edad, pero nunca falta de ortografía, simplemente que refleje como habla el niño.
Por último, los “Valores” se definieron como universales y positivos. No buscan moralizar, si no que el niño sea feliz. Cuando la historia empieza en un valor negativo siempre termina en un valor positivo. O también se puede dar el caso, que el libro comience en un valor positivo, pase a uno negativo y acabe en uno positivo.

Sin darme cuenta, cada vez se me iban cerrando poco a poco los ojos, quise impedirlo pero al parecer no tuve suerte. Un ruido, muy familiar me despertó. Eran las 7 de la mañana, un nuevo día había empezado.