Por su parte, la obsesión de Peter Pan no es, como parece, conseguir el beso que oculta Wendy en la comisura derecha de los labios, sino volar, y más que eso todavía, NO convertirse NUNCA en uno de esos hombres parecidos al Capitan Garfio que van todos los dias a la oficina, en coche, metro o autobús.
-Besos que fueron y no fueron-
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viernes, 3 de diciembre de 2010
Lo maravilloso de la infancia es que cualquier cosa en ella es maravillosa.
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